Una de las dudas más frecuentes del postoperatorio tras una mamoplastia de aumento está relacionada con la práctica deportiva. Durante los tres primeros meses cabe señalar que la realización de actividad física debe ser casi mínima, pues todas las contracciones realizadas por el músculo pectoral será transmitidas al implante poniendo en riesgo el resultado de la cirugía. ¿Por qué? El éxito del aumento de pecho reside en la adaptación del implante al cuerpo de la paciente, de manera que durante los tres primeros meses ha de formarse una cápsula alrededor del implante, por lo que es muy importante que esta se forme correctamente, y así conseguir unos resultados 100% exitosos.


Esto no quiere decir que no se pueda llevar a cabo ningún tipo de actividad física, sino que podremos realizar aquellos deportes que no conlleven contracciones importantes del pectoral, pues de lo contrario nos arriesgamos a que el implante se deslice demasiado, o en el peor de los casos, incluso se rompa.

De lo contrario existen una serie de actividades deportivas que pueden influir muy negativamente durante el proceso postoperatorio tras una mamoplastia de aumento, como por ejemplo, el buceo, pues la presión que ha de soportar una cicatriz de tal envergadura puede ser demasiado fuerte a una profundidad de 10-20 metros. Los deportes de raqueta, como el pádel o el tenis, no se deberían practicar durante los tres primeros meses, pues son actividades que trabajan directamente el pectoral, al igual que ocurre con la natación. En cuanto a los deportes de impacto, como por ejemplo, correr, dicha actividad podría realizarse de forma progresiva, siempre con un sujetador deportivo adaptado al proceso postoperatorio.

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